La oposición porteña consiguió las firmas necesarias para que se lleve a cabo una sesión especial el jueves 13 de octubre. El tributo fue implementado en 2021 como excepción durante la pandemia.
La oposición porteña, conformada por el Frente de Todos, Consenso Federal, el Frente de Izquierda y Libertad Avanza en la legislatura porteña, propuso una sesión especial para eliminar el impuesto a las tarjetas de crédito en la Ciudad de Buenos Aires, que se desarollaría el jueves 13 de octubre.
El denominado “Frente Anti Grúas“, que recientemente logró terminar con la concesión del acarreo de vehículos en la Ciudad de Buenos Aires, busca ahora bajar la presión tributaria en CABA.
El tributo fue implementado por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en 2021 como excepción durante la pandemia y nunca tuvo fecha de expiración.
El legislador porteño del Frente de Todos, Juan Manuel Valdés, apuntó contra el PRO y remarcó que “la semana pasada los hemos escuchado decir en la Cámara de Diputados que están en contra del impuesto a los ingresos brutos, mientras el distrito que ellos gobiernan cobra la alícuota más cara del país”.
Y continuó, “desde 2007 que el PRO gobierna la Ciudad de Buenos Aires se ha incrementado un 53% la presión tributaria de los porteños y el principal destino de los fondos ha sido en Publicidad y Propaganda”.
De esta manera, el Frente Anti Grúas propone una sesión especial en la Legislatura para debatir el impuesto a los sellos a las tarjetas de crédito, creado para recaudar $7.700 millones durante la emergencia de la pandemia pero que aún sigue vigente.
En tanto, Eugenio Casielles (Consenso Federal), comentó que “el malestar público al respecto de este impuesto existe desde el día de su creación. No solo nace de un concepto anticuado de grabar los sellos para papeles oficiales, sino que es altamente distorsivo y desincentiva la bancarización”.
El diputado agregó que se estima que “lo recaudado por este impuesto es aproximadamente de 25.000 millones, pero el GCBA informó en el segundo trimestre de 2022 un superávit financiero de 99.000 millones. Es decir, este impuesto existe para recaudar 25 mil millones pero tienen el cuádruple de sobra”.
Por su parte, Ramiro Marra (La Libertad Avanza), indicó que “El Gobierno de la Ciudad tiene que empezar a darse cuenta que la gente está harta que le expriman cada centavo para financiar la fiesta de la política. Con tal de evitar bajar el gasto público, Larreta inventó este impuesto para cubrir el bache de la coparticipación y aumentó la presión impositiva para los porteños que de por sí bastante mal la estamos pasando”.
El impuesto grava con un 1,2% a las compras y débitos que se hagan por ese medio y según un informe recientemente publicado por la Fundación Urbe, este tributo perjudica a 1,7 millones de porteños.
El inesperado frente opositor consiguió más de las 20 firmas necesarias para que haya sesión especial y ya tiene garantizados 28 diputados que apoyan la iniciativa.
Para que la iniciativa se apruebe necesita de 31 votos, por lo que las dudas apuntan al bloque de Republicanos Unidos de Roberto García Moritán y otros integrantes del oficialismo molestos con la política recaudatoria de Horacio Rodríguez Larreta.
Fuente: Ambito.com