Carlos Castagneto controlará las desgravaciones y maniobras de elusión con las que, sospecha, las firmas bajan su carga impositiva. Buscan cruzar información con otros organismos.
Las grandes empresas pagan una alícuota efectiva de impuesto a las Ganancias de entre 4 y 6 por ciento, muy lejos de los máximos marginales de 35%, gracias a distintas maniobras contables que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) promete investigar, según adelantó su titular, Carlos Castagneto.
«Estamos analizando los artilugios contables que hacen las grandes empresas para pagar entre 4 y 6 por ciento de Ganancias, que debería rondar 32 o 35%», dijo Castagneto este miércoles en la TV Pública. Fue un paso más luego de que, a principios de mes, el administrador de impuestos marcara que los trabajadores explican el 35% de la recaudación del impuesto y que las empresas deberían aportar significativamente más.
En paralelo, la AFIP confirmó que espera firmar el intercambio de información tributaria con el IRS de Estados Unidos la semana próxima, para que esté operativo desde enero. El Gobierno sospecha que existen u$s 100.000 millones sin declarar en ese país y se entusiasma con capturar u$s 5000 millones anuales.
La AFIP sospecha que la planificación tributaria de las grandes empresas implica distintos mecanismos para esconder ganancias o valerse de desgravaciones que no deberían validarse y que, por eso, pagan mucho menos de lo que deberían.
Existen distintas herramientas que tienen las empresas para descontar el pago de impuestos, desde devoluciones de IVA hasta amortizaciones aceleradas de inversiones. Además, sospecha el fisco, distintas triangulaciones de exportaciones de bienes y servicios permiten descargar tributos. Miran, también a los quebrantos.
Al respecto, en agosto, la AFIP informó que 222 grandes empresas habían presentado una declaración jurada de Ganancias con monto «cero» de impuesto determinado. En esa lista había canteras, firmas dedicadas a la intermediación financiera e industrias. «Del análisis de la totalidad de las declaraciones juradas de las empresas presentadas ante el organismo, se advierte que el promedio de pago de impuesto a las ganancias sobre el total de ingresos gravados no supera el 3 por ciento», indicó el fisco en ese entonces.
La AFIP detalló que 153 de esas compañías ya habían presentado Ganancias «0» en ejercicios anteriores y vinculó esas planificaciones tributarias a un reclamo generalizado de los países que integran la OCDE para establecer una tasa mínima de 15% para que las compañías transnacionales no puedan establecerse gratuitamente en países de escalas más laxas.
La antecesora de Castagneto, Mercedes Marcó del Pont, restituyó los anticipos de Ganancias. En cinco pagos anuales, las empresas adelantaban una parte del tributo, lo que le permitía al Estado una ventaja financiera, al obtener por anticipado recursos que, luego, se licuarían con la inflación.
Luego, Castagneto avanzó con el anticipo extraordinario, para que las grandes compañías efectúen un adelanto adicional por ganancias infladas por el mix de pandemia y guerra. La AFIP busca con esa medida unos $ 250.000 millones y, con la primera cuota, el cumplimiento fue elevado.
El 4 de noviembre, en Pilar, la vicepresidenta Cristina Fernández manifestó las sospechas de la AFIP. «Hoy hay 891.000 trabajadores y trabajadoras que pagan impuesto a las ganancias y aproximadamente 640.000 trabajadores autónomos. En total: millón y medio de personas físicas que pagan impuesto a las ganancias. Esas personas representan el 30% del total de ganancias y las 226.000 sociedades comerciales representan el 52%. O sea: los que se llevan la productividad, los que ponen los precios en los supermercados, en las fábricas, pagan mucho menos de ganancias que cualquier trabajador de los que están sentados hoy aquí», dijo.
«A un trabajador que supera el tope de ganancias le aplican la alícuota del 35%, no tiene posibilidad de dibujar el salario como se dibujan los balances de las grandes empresas que terminan pagando un 5 o 6%», agregó.
Según distintas fuentes consultadas, no existiría en AFIP un entrecruzamiento de datos entre los balances que las grandes empresas presentan en la Comisión Nacional de Valores (CNV) y en la Inspección General de Justicia (IGJ) y lo que pagan de impuesto a las Ganancias. En la AFIP consideran que los organismos deberían hacer análisis adicionales y no quedarse con los meros controles formales. Pero el fisco podría acceder a datos que son públicos.
El acuerdo con el FMI incorporó un pedido de asistencia técnica para que el Fondo ayude a la AFIP a elaborar una matriz de riesgo que permita mejorar la recaudación por impuesto a las Ganancias.
Fuente: Cronista.com