APUNTES DICIEMBRE DE 2022
PARALELISMOS
En este mes del mundial, es imposible no hacer algún paralelismo entre la selección Argentina y lo que le pasa al país. La Argentina necesita, puede y desea alinearse detrás de “algo que funcione” y cuando esto sucede desaparece la grieta. Se puede cambiar de canal e igual se escucha un deseo único, positivo, que cambia abruptamente cuando pasamos a cualquier otro tema que no sea deportivo, donde ningún mensaje es alentador, sea del bando que sea. Si soy parte de algo que funciona, disminuye la relevancia de otras noticias. Mientras que cuando no hay “algo” que funciona (en este caso el seleccionado), esas mismas noticias desalentadoras pasan a ser fundamentales y relevantes.
En cuanto a liderazgos, también nos enseña que se puede llegar a la misma instancia y lograr las mismas sensaciones y resultados con liderazgos menos impulsivos, por definirlos de alguna manera. Si comparamos el liderazgo realizado por Bilardo/Maradora en el Mundial 86, contra el actual de Scaloni/Messi, no es mejor o peor, es distinto. Quizás la Argentina actual requiere de liderazgos más tipo Scaloni/Messi para que el país evolucione. Y sin embargo al pensar en los gobiernos pareciera que buscamos liderazgos políticos más tipo Bilardo/Maradona para forzar que algunos cambios ocurran.
También lo que está ocurriendo es una buena lección para los formadores de opinión, los analistas, los que por edad, experiencia, o historia de negocios, en teoría hemos visto todo y sabemos de todo. Sin embargo fue una periodista de la televisión pública, Sofía Martinez, que no conocía a Messi antes de viajar a Qatar, la que le hace la mejor descripción y síntesis de lo que está sucediendo y sintiendo el país.
Los paralelismos con lo que podría ser nuestro país son infinitos. “La base está”, falta que lo creamos. Y que los que ostentan circunstancialmente el poder se sientan parte del equipo y no un grupo iluminado especial y permanente. Si se recupera una visión de país, un sentido de comunidad, un reconocimiento al mérito y ciertos acuerdos básicos, todavía estamos a tiempo de hacer algo bastante mejor para el futuro de nuestra Argentina. Debemos pensar si no llegó el momento de que los que decimos que “hemos visto todo y podemos explicar todo”, le demos paso a miradas más frescas, porque quizás sin darnos cuenta somos parte del problema y no de la solución.
DADORES DE SANGRE
Hemos escuchado de diferentes actores de la política, en gobierno y oposición, una definición sobre la mirada que tienen sobre el sector agropecuario. Ante la demanda del sector de una disminución paulatina pero concreta de las retenciones, o de la presión fiscal en general, la respuesta con sonrisa socarrona es algo así como “imposible, ustedes son los dadores de sangre del sistema”. No todos piensan así, pero nos preocupa que esta mirada cortoplacista, mediocre y poco creativa sea compartida no sólo por actores relevantes del gobierno, sino también por actuales opositores que al verse con posibilidades de ser gobierno en 2023 ya empiezan a pensar de esa forma. La pelea por la caja. Confiamos que los que consideran que el futuro es por ahí sean minoría o que reflexionen seriamente en para qué quieren ser gobierno.
SIGUE LA SECA
Algunas lluvias localizadas han dado cierto impulso a las siembras y algún rebrote en las pasturas. Pero la situación sigue siendo dramática, a no engañarse. En soja de primera y en maíz, a nivel país apenas se está arañando el 50% sembrado sobre el total esperado (en otros años para esta fecha estaba entre el 65% y el 75%), con varias zonas que detuvieron las sembradoras hasta que caiga algún chaparrón. Y con parte de lo sembrado mostrando condiciones de desarrollo por debajo del óptimo. El problema es que nos vamos acercando a las últimas fechas en las que es posible sembrar sin aumentar sensiblemente el riesgo de daño de las heladas tempranas de otoño para los cultivos sembrados al final. En términos del mundial, es como estar jugando el alargue y se acerca la instancia de los penales para la cosecha gruesa 2022-2023 en varias regiones. Los rebrotes de pasturas en general son escasos y la ganadería con base pastoril entrando en una crisis que obliga a tomar decisiones en el corto plazo. Ya la producción de trigo y cebada está jugada, con caídas de producción que van del 15% al 70% de lo esperado según zonas. Se va a necesitar una recomposición importante del agua en los suelos en los próximos 20 días y un verano casi perfecto en lo meteorológico para mitigar este mal arranque. Si eso no ocurre, las rentabilidades caerán fuerte y los dólares van a escasear.
LA MACRO EN LA MICRO
Nuestro informe de noviembre llevó por título la palabra “Ficciones”. Al ver que el INDEC calculó la inflación de noviembre en el 4,9% casi repetimos el nombre en el informe actual. Más allá de no tener ningún elemento para sospechar sobre el desempeño técnico en el modo en el que se calculó este indicador, pareciera que está incluyendo algunos productos que tienen control o acuerdo de precios. Combinado con que dos elementos que ponderan alto sobre el índice, carne y verduras, presentan deflación o leves subas y que en breve deberían revertir esta tendencia (según el economista Ricardo Delgado, sin incluir carne y verduras el índice hubiera sido 5,6%).. Sumado a que algunas tarifas reguladas siguen “pisadas”, sin aumentar pero juntando presión a futuro. Hemos entrado en una fase donde la ”cierta tranquilidad” macroeconómica es sobrevalorada por los funcionarios. Y por parte de la ciudadanía, harta de malas noticias y agarrándose de lo que hay. Claro que siempre es mejor frenar antes del precipicio, pero entendamos que en términos absolutos los números de la macro son pésimos. Este entorno no es gratis en la micro. Ante el atraso cambiario evidente, y con tal de decir que no devalúan, volvió el dólar soja en su etapa 2 para estimular la venta por parte de los productores. Beneficio para aquellos que tienen soja y la venden, pero también fomento a esperar el dólar soja 3. Con daños colaterales enormes en otras actividades (valores a pagar por arrendamientos, costo de alimentación de actividades que producen carnes), pero que en el corto plazo pasan por debajo del radar. Y juntando problemas en el Banco Central que paga dólares de $230 pero vende de $172 o similar, juntando otro foco de presión inflacionaria futura. El ajuste en las cuentas públicas, que es necesario hacer, se está haciendo de mala manera licuando a jubilados y pensionados, postergando pagos a proveedores, bajando inversión. Y todo sin un plan integral. No se toca el gasto que realmente hay que bajar y que permita disminuir la insoportable presión fiscal al sector privado. Lo paradójico es que el discurso oficial da para todos los gustos: desde celebrar los supuestos éxitos de los tres años de gobierno (presidente Fernández) hasta fustigar al FMI como la causa de todos los males (diputado Kirchner). Cuando en realidad los éxitos son difíciles de encontrar y lo que ha hecho Massa es hacer cambios (o maquillaje de cambios a veces) para ser el mejor alumno del FMI. Delicias del relato bipolar.
BONO DE FIN DE AÑO
El gobierno ha decretado que el sector privado debe pagar a los empleados cuya remuneración sea inferior a $161.859 por mes, la suma de $24000 en diciembre. Y una cifra algo menor para los que ganan hasta $185.859. Junto con el aguinaldo. O sea que funcionarios que jamás han tenido que pagar una nómina salarial a fin de mes, deciden que el enorme universo de empresas chicas, medianas o grandes deben hacer este desembolso dentro de 10 días. Deben pensar que un empresario tiene enterrado en un pozo un montón de billetes y que lo único que debe hacer es ensuciarse un poco y repartir eso entre sus empleados. No tienen ni idea lo que es un flujo de fondos, o una previsión mensual. El gobierno hace los enormes desarreglos (inflación, destrucción de empleos, generación de pobreza) y le dice a las empresas o familias (también incluye a empleadas/os domésticas) que ellos deben poner el parche este mes para que la música siga sonando. Nada nuevo, pero cansa.
EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS
Como en el informe anterior, la sequía y su evolución e impacto en la producción, está siendo el factor determinante y preocupante de todas las empresas agropecuarias. La confirmación de pérdidas de cantidad y calidad de la cosecha fina y el atraso de la siembra de gruesa, la evolución del pasto, las altas temperaturas del mes de diciembre, sin pronósticos alentadores de lluvias cercanas, con la implicancia de este efecto en empresas, ciudades y país, es el factor dominante de preocupación. Volvemos a remarcar que no hay dimensión real del daño que está ocurriendo y su impacto en distintas “capas” económicas.
El dólar soja ha vuelto a poner discusiones sobre la mesa entre dueños de campo y arrendadores como así también ha complicado a sectores que utilizan a la soja como un insumo. Ya se empieza a pensar en cómo acomodar futuros contratos para este tipo de acciones del gobierno. En general ha disminuido el temor a un posible salto abrupto devaluatorio “cercano”, entendiendo que el gobierno hará todo lo necesario para mantener este esquema por lo menos hasta las elecciones. La pregunta que todos nos hacemos es si lo podrán mantener y hasta cuándo.
NEGOCIO AGRÍCOLA
El mercado local sigue su evolución divorciado del mercado internacional, por las intervenciones parciales del Estado (dólar soja, cuotas de exportación, fideicomisos, posibilidad de retrasar exportaciones). Mientras, el mercado internacional sigue su pulseada entre la provisión de mercadería (conflicto Rusia/Ucrania) y los “fundamentals”, sumado a una potencial recesión mundial y el fortalecimiento del dólar. Un panorama muy similar al informe anterior y donde sigue la misma recomendación: altas posiciones de coberturas, flexibles, con bajo nivel de compromiso físico.
Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el programa de Incremento Exportador II (dólar soja) entre el 28 de noviembre y el 15 de diciembre alcanzó las 3,7 millones de toneladas, entre nuevos contratos, fijaciones y rectificaciones. Un interesante análisis sobre quien se queda con estas toneladas, si la industria o la exportación, se puede ver en este link https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/avanza-el
Para tener una dimensión del impacto de la sequía/helada en el trigo, la producción ya se estima en 11,5 M Tn (46% menos que la campaña 21/22), se embarcó en diciembre un tercio de lo embarcado el año pasado, el acumulado de camiones arribados a las terminales del Up River es un 46% por debajo del volumen ingresado en igual período de 2021, y si comparamos el volumen de DJVE declarado para el trigo 2022/23 según los datos informados por la SAGyP en el mes de diciembre del corriente año, se estima que sólo un 19% de lo declarado se embarcará en el mes actual. El impacto es muy importante.
NEGOCIO GANADERO
Cada mes la foto del negocio se deteriora un poco más. La sequía está provocando una sobre oferta por mayores ventas ante la menor producción forrajera en los campos, sumado al alto costo de la suplementación. Para el productor la carne vale casi lo mismo, en pesos, que hace cinco meses atrás. Entre 300 y 320 $/kg el novillo, para usar como referencia. Esto implica que hay un aumento reprimido que en algún momento se dará de golpe y cuando ese salto ocurra sonarán las alarmas en el ministerio de Economía pidiendo controles de precios. Es preocupante que aún con estos bajos precios el consumo interno no supere los 48 kilos/habitante /año, lo que habla de los estragos que hace la inflación sobre los salarios.O sea que por ese lado es difícil ver un gran aumento de demanda. Las exportaciones siguen en el orden del 25% al 30% de lo producido, con una leve mejora en la demanda China pero con precios aún bajos. Con un mercado europeo que mejoró los precios un 10% pero no las cantidades. Los criadores en varias regiones sufren la falta de pasto, disminuyendo la cantidad de cabezas para defender el rodeo y evitar una gran caída de los índices de preñez del tacto 2023. El destete precoz o temprano está avanzando también. El precio del ternero también ha caído, hoy en el orden de los 400 $/kilo (para igualar lo que valía hace un año en términos reales debería valer unos 600 $/kg). Como siempre decimos, esto es un ciclo malo, largo, pero ciclo al fin. En el 2023 se va a intentar revertir la tendencia por una menor oferta de cabezas, y es clave que el gobierno no intervenga, soporte las consecuencias y permita que esta actividad se recupere. La carne no necesita populismo.
NEGOCIO LECHERO
El precio de la leche Siglea en octubre fue de 61,59 $/litro (877,24 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento de casi el 83% respecto al año anterior y del 5,5% comparado con el mes anterior. Sigue por debajo de la inflación, pero achicando la brecha de a poco en estos dos últimos meses. Medido en dólares oficiales el precio es de 0,38 u$s/litro, un valor altísimo que hoy no se expresa por el alto atraso cambiario. La producción en litros a nivel país sigue relativamente estancada o disminuyendo. Los estímulos para revertir esta tendencia escasean: sequía, alto costo de suplementación, aumento de costos generalizado, falta de crédito a largo plazo, dificultad para conseguir mano de obra e insoportable presión fiscal. Si bien el stock lechero todavía no muestra señales de haber decrecido, lo que se observa es que sigue el goteo de tambos pequeños que cierran. Pésima noticia ya que esta actividad es muy dinamizadora de las economías locales y diversifica la producción en zonas donde sólo hay agricultura. En el mostrador la canasta láctea ha aumentado entre el 90% y el 100% en el último año, con un consumidor que a duras penas convalida este aumento. Las exportaciones han mantenido el ritmo, siendo relevantes para absorber cerca del 25% de la producción. Según datos oficiales, entre enero y octubre del 2022, la exportación lechera alcanzó los u$d 1.400 millones. Es clave que esta tendencia se mantenga. Todavía hay muchos productores capacitados y una enorme “cultura lechera” en muchas cuencas del país. El país no puede darse el lujo de desperdiciar esta enorme usina generadora de riqueza económica y social.
Fuente: Zorraquin – Meneses