Los tributos del comercio exterior no son los únicos que golpean las arcas del estado; una porción importante del déficit se explica por los ingresos no tributarios. Los detalles.
La fuerte caída en el ingreso de divisas como consecuencia de la sequía no fue el único factor que generó una caída de los ingresos fiscales a nivel nacional, a través de los Derechos de Exportación, en el primer cuatrimestre 2023, el 44% de la caída se debe a la desaparición de las rentas excedentes.
Un informe del Instituto de Análisis Fiscal (IARAF) sobre la reciente ejecución presupuestaria del mes de abril, refleja que los impuestos al comercio exterior perdieron 0,36 puntos porcentuales (p.p.) mientras que los ingresos no tributarios cayeron 0,24 p.p.
Es decir, los recursos tributarios explican el 56% de la caída, mientras que los no tributarios el 44% restante, indica el estudio.
En el primer caso, el impacto se ubica dentro de lo previsible ya que responde al efecto del dólar soja y la sequía, sin embargo, los cambios dentro de los ingresos no tributarios merecen mayor atención.
Dentro de este rubro el de mayor participación es el de rentas de la propiedad netas que cuentan con la particularidad de que en el año 2022 incluían rentas por colocaciones de emisiones primarias hasta el mes de abril, por un valor equivalente a 0,3% del PIB.
A partir de abril de 2022, estas rentas resultan excluidas de la ejecución al haber alcanzado el límite fijado en el acuerdo con el FMI de 0,3% del PIB para 2022 y completamente eliminadas.
«El hecho de no contabilizar más estas rentas, deriva en una caída de las rentas netas de 0,25 puntos porcentuales del PIB», destacó IARAF y señaló que «casi que en un cuatrimestre se agotó la caída prevista de rentas para todo el año».
Además, preció que en el Presupuesto 2023 se estimó una caída en el rubro Otros ingresos corrientes de 0,5 p.p. del PIB, sin embargo, en lo que va del año esta caída todavía no empezó a materializarse. «De no darse, abre un camino más favorable para los ingresos de los próximos meses», aclaró.
Impacto en el gasto
Por el lado del gasto primario en la economía, el estudio muestra que los tres rubros con mayor aumento fueron Programas Sociales (0,14 p.p.), Salarios (0,06 p.p.) e inversión real directa (0,05 p.p.).
Por otro lado, las categorías con mayores caídas fueron subsidios a la energía (0,18 p.p.), jubilaciones y pensiones contributivas (0,09 p.p.) y asignaciones familiares (0,09 p.p.). Como resultado de estas variaciones, el gasto primario cayó 0,26 p.p.
«Teniendo en cuenta los valores acumulados al primer cuatrimestre del año, los ingresos totales cayeron 0,55 puntos porcentuales del PIB, mientras que el gasto primario lo hizo en 0,26 puntos porcentuales», describe el documento.
En consecuencia, el déficit primario acumulado en el primer cuatrimestre ascendió a 0,62% del PIB y tuvo un aumento interanual de 0,29 puntos porcentuales del PIB.
«La caída del gasto primario de 0,26 p.p. del PIB fue prácticamente equivalente a la caída de ingresos tributarios, sin embargo, no logró compensar la caída en recursos no tributarios. Por ende, el déficit primario terminó aumentando», aclaró el economista Nadin Argañaraz.
Del análisis de IARAF surge que los ingresos totales tuvieron en abril una variación interanual real negativa de 17,7% mientras que el gasto primario cayó 9,7% en el mismo período.
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En este sentido destaca que la baja interanual de los intereses netos fue de 45,8% mientras el gasto tuvo un descenso del 11,6% lo que arrojó un déficit fiscal primario de $331.000 millones, 100,4% mayor en términos reales.
En el acumulado del año, los ingresos totales cayeron 12,9%, mientras que el gasto primario cayó 6,6% interanual real lo que generó un déficit equivalente a 0,62% del PIB.
En un año que comenzó atravesado por la pérdida de recursos que aporta el agro y en medio de la presión que ejerce el FMI para girar fondos, «mes a mes el esfuerzo fiscal que queda para el resto del año es mayor», indica el informe y advierte que, durante los primeros cuatro meses del año, el déficit fue siempre superior al de iguales meses de 2022.
«El desafío fiscal es enorme durante este 2023, año de elecciones presidenciales, signado por una de las sequías más importantes que haya tenido Argentina», concluye.
Fuente: Cronista.com