Pese a la firma del consenso en 2017 y la reciente iniciativa de Sergio Massa, la medida tuvo los efectos contrarios con el aumento de las alícuotas y una mayor presión del gravamen.
Luego de triunfar en las elecciones generales y conseguir el pase al balotaje, el ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió con 21 gobernadores -en funciones y electos- en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para la discusión de un nuevo pacto fiscal.
A pesar de que la iniciativa ya había sido planteada por su mano en materia tributaria, el director general de Aduanas, Guillermo Michel, quien destacó la necesidad de trabajar para la «armonía fiscal», los resultados de las últimas experiencias son desalentadores.
Desde la sanción del Pacto Fiscal 2017 durante la presidente de Mauricio Macri, aumento la presión que ejerce el Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) sobre el comercio en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Según el informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicio (CAC) desde 2010 hasta 2023, la carga tributaria legal que ejerce el IIBB se elevó, en promedio, un 40% para las 24 jurisdicciones sobre el comercio mayorista y minorista.
El tesorero de la CAC, Edgardo Phielipp evalúa a IIBB entre los dos peores impuestos no solo porque grava sobre la venta sin la posibilidad de aplicar deducciones, sino también por el uso de las provincias. «En las 24 jurisdicciones, al ser el principal recurso de recaudación, lo manejan con casi absoluta libertad», sostuvo.
El establecimiento de alícuotas máximas del 5% durante la gestión de Cambiemos llevo a que muchos gobiernos subnacionales -que cobraban un porcentaje inferior- a aumentarlo y con ello, tener un efecto contrario a su objetivo: mayor presión fiscal.
El informe de la CAC mostró que para el año 2023, 12 de las 24 jurisdicciones tienen el tope permitido para el sector, algunos solo para la modalidad de compra mayorista. Mientras que las restantes se ubica entre el rango de 2,9% al 4,5%.
Así, el promedio simple de la carga del impuesto sobre los comercios que venden al por mayor es del 3,49% de la facturación total neta del Impuesto al Valor Agregado (IVA), una cifra que asciende al 3,84% para los minoristas. Pero que en ambos casos tiende a ser progresiva: aumenta a medida que crece el tamaño de los contribuyentes, con base en la de facturación.
Lo que es resultado de la tendencia alcista que experimento la carga tributaria del sector comercial en los últimos 13 años, que paso de ser 2,91% promedio para la minorista y 2,74% para la mayorista a 3,84% y 3,94% respectivamente.
De cara al futuro, en la CAC evalúan con buenos ojos, pero con escepticismo, las alternativas que barajan los competidores del balotaje. «La tendencia de bajar tributos es buena, pero también somos conscientes de que la necesidad imperiosa que tiene el estado de recaudar producto del tremendo gasto público y déficit fiscal», afirmo el presidente, Mario Grinman.
Fuente: Cronista.com