El empleador tendrá libertad de contratación ante las bolsas de trabajo del gremio rural.
En el megadecreto de necesidad y urgencia firmado por el presidente Javier Milei uno de los puntos que tendrá un impacto directo sobre el sector agropecuario es la flexibilización para la contratación de trabajadores rurales a través de bolsas de trabajo a cargo de sindicatos. Esta medida fue bien recibida por productores agropecuarios, quienes celebraron la nueva “libertad” al momento de contratar personas para actividades temporarias, como la extracción de granos de silobolsas. Además, indicaron que representa un alivio frente a las presiones que, en diversas ocasiones, aseguran haber recibido por parte de gremialistas.
Con el nuevo decreto, las bolsas de trabajo sindicales podrán continuar proponiendo listas de personal para tareas temporarias en actividades agrarias. No obstante, el empleador no estará obligado a contratar a los propuestos, sino que tendrá libertad de elegir entre ellos o cualquier otra persona.
Vale recordar que en los últimos años hubo polémica porque en varias oportunidades productores denunciaron que miembros del gremio de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) los amenazaban para imponerles contratar personal de las bolsas de trabajo para el manipuleo de cereales, a pesar de que tenían personal propio para hacer la tardea.
Esto se daba en un contexto en el que la normativa establecía: “Las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial proveerán a los empleadores del personal necesario para la realización de las tareas temporarias en las actividades contempladas en la presente ley, conforme las resoluciones que a tal efecto dicte la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA)”. Entre estas tareas estaba la manipulación y almacenamiento de cereales, carga y descarga de oleaginosas y fertilizantes.
Por esa razón, para terminar con la polémica, en 2017 se había hecho un acuerdo entre entidades Rurales y Uatre para que donde no existieran las bolsas de trabajo, la contratación continuara siendo libre. En tanto, si había bolsas de trabajo y el productor poseía personal propio debía acreditar todos los años los empleados para esa tarea con los silobolsas como permanentes.
Sin embargo, esto nunca fue homologado por el Ministerio de Trabajo, por lo que el acuerdo nunca entró en vigencia. En este contexto, con el nuevo DNU, que sustituye el artículo 69 de la ley de Régimen del Trabajo Agrario (Ley N° 26.727), por el artículo 89, esta imposición se termina y habrá libertad para contratar más allá de lo que sugiera la bolsa.
“Las bolsas de trabajo a cargo de las asociaciones sindicales de trabajadores con personería gremial podrán proponer a los empleadores un listado del personal necesario para la realización de tareas temporarias en las actividades contempladas en la presente ley, conforme las resoluciones que a tal efecto dicte la Comisión de Trabajo Agrario. El empleador podrá contratar a la persona sugerida y/o a cualquier otra que disponga. Queda derogada toda norma que se oponga al presente artículo y/o a la libertad de contratación y elección del personal por parte del empleador”.
Abel Guerrieri, director de Asuntos jurídicos y Relaciones Laborales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), sostuvo: “Hasta la publicación del decreto el problema que teníamos era que el gremio nos imponía un listado y la gente que tenías que contratar para ciertas tareas. Ahora, con este nuevo artículo que lo sustituye, las bolsas de trabajo podrán proponer a los trabajadores para la realización de las tareas, pero el productor podrá contratar a la persona sugerida por el sindicato o a cualquier otra”.
“Es una buena noticia que el productor va a gozar de libertad para elegir al personal que va a llevar al campo. Algunas te daban el listado y otras directamente te mandaban el trabajador y el productor no podía objetarlo”, agregó Guerrieri.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también celebró lo dispuesto porque, indicaron, las bolsas “solo servían para que el gremio imponga mano de obra ajena al sector”.
“Nos encontrábamos con que [las bolsas de trabajo] no agrupaban a trabajadores orientados al sector de la producción agropecuaria”, apuntaron.
“Esta medida es acertada y valiente para terminar con todos estos negociados que en ese momento beneficiaban al sindicato y altas esferas del gobierno que tenían intereses; es un claro ejemplo de lo que Milei llama la casta”, dijo el productor Alejandro Salemme, que tuvo una disputa con el gremio luego de que se opusiera a contratar personal de las bolas de trabajo para sacar cereal de su campo ya que tenía personal propio.
El productor participó activamente de las negociaciones que se dieron en su momento para resolver el tema. “Habíamos llegado a un acuerdo, pero el Gobierno no lo homologó; tocaban muchos intereses de funcionarios”, dijo.
Fuente: Lanacion.com