Los cambios del paradigma económico que están sucediendo en el país los consideramos necesarios. Muchos nos gustan desde lo teórico, algunos nos incomodan desde lo práctico o desde el impacto social en el corto plazo. El estilo de toma de decisiones nos atrae por la audacia y nos incomoda por los modales y las contradicciones. O por los errores, la lentitud o la poca eficacia en la implementación. Otras decisiones son ejecutadas en forma tan distinta a cómo lo haríamos en una empresa, que nos desconciertan. Momento histórico de un cambio necesario. Así estamos. Y se refleja en lo que escribimos.
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Fuente: Zorraquín + Meneses