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“Silentium. El pacto de los testaferros” es una instalación artística creada por el juez Marcelo Aguinsky. La pieza consiste en una boca llena de cierres, una metáfora visual que alude al silencio impuesto y la complicidad en las organizaciones criminales.

El pasado viernes 2 de agosto en el Juzgado en lo Penal Económico nro. 6 ubicado en el edificio de Av. de los Inmigrantes, se inaguró “Silentium, el pacto de los testaferros”. La pieza muestra una boca cerrada, compuesta por una multiplicidad de cierres dorados.

Lo más destacado de esta obra es el origen de este material. Marcelo Aguinsky utilizó productos decomisados en la causa 529/2016, conocida como “La mafia de los contenedores” que fue elevada recientemente a juicio oral. En el debate, que aún no tiene fecha, se deberá determinar la responsabilidad de 97 individuos y 11 empresa acusados de participar en 571 actos de contrabando calificado, de los cuales 532 se consideran consumados y 39 en grado de tentativa, entre los años 2014 y 2016. Aguinsky transformó un puñado de estos elementos confiscados por la Justicia en un testimonio artístico que invita a la reflexión sobre la corrupción y el encubrimiento. 

En enero de 2017, la mayor parte de los contenedores incautados que se hallaban en situación de rezago y eran investigados en el marco de esta causa fueron puestos a disposición de la Secretaría de Desarrollo Social. Así se donaron 16 mil toneladas de mercadería, que fueron entregados a 400 ONGs por un valor de USD 283 millones.

La instalación en forma de cuadro simboliza el silencio forzado y la complicidad de los testaferros en la pirámide de corrupción económica. Cada cierre en la boca representa una barrera que impide la revelación de la verdad, reflejando cómo la Justicia tiene que superar los obstáculos probatorios del silencio y la inacción.
 

“Silentium. El pacto de los testaferros” no es solo una obra de arte; es un llamado a la conciencia y una muestra sobre lo empinado que puede resultar el camino en la búsqueda de la verdad.

 

La realización contó con la intervención técnica del sargento primero Carlos Kwiatkowski, custodio del tribunal y la colaboraron de Juan María Okecki, la vocera de la AFIP y la Aduana Adriana Inés Pintabona, Marcelo Leguiza y los empleados judiciales  Omar “Pepi” Reino y Claudio Orellano.

La obra se exhibe en el Juzgado en lo Penal Económico Nro. 6, un espacio no tradicional para el arte, lo que subraya aún más el vínculo directo entre el contexto judicial y el mensaje de la propuesta. Esta elección de ubicación resalta la conexión intrínseca entre justicia y arte, invitando a los visitantes a contemplar la lucha constante contra la corrupción desde una perspectiva innovadora y provocativa.

El juez Aguinsky ha comentado que su intención con esta obra es “abrir un diálogo sobre la importancia de la transparencia y la verdad en la Justicia, y cómo el arte puede ser una herramienta poderosa para visualizar y criticar los males que afectan a la sociedad”.

“Silentium. El pacto de los testaferros” no es solo una obra de arte; es un llamado a la conciencia y una muestra sobre lo empinado que puede resultar el camino en la búsqueda de la verdad.

Esta es la segunda obra que forma parte del acervo artístico del juzgado. La primera “Tempus contritum” (Tiempo roto) fue inaugurada en enero de 2018, también con material de rezago fruto de otra causa judicial.

Fuente: www.diariojudicial.com.ar