Con el fin del impuesto PAIS, y de la etapa inicial del blanqueo, expertos no ven margen en el corto plazo para bajar presión impositiva.
El presidente Javier Milei prometió al cumplirse el primer año de su gobierno que en 2025 habrá una reforma impositiva en la se reducirán en un 90% la cantidad de tributos nacionales. Los analistas estiman que se apuntará a eliminar gravámenes con poco peso en la recaudación pero consideran que no hay margen para una reducción de la presión tributaria en el corto plazo.
Además, Milei dijo que se devolverá a las provincias la autonomía impositiva y se fomentará la competencia fiscal entre provincias para atraer inversiones. Asimismo, el mandatario aseguró que el próximo año bajarán las retenciones al agro al participar ese día al mediodía de un encuentro organizado por la Sociedad Rural Argentina.
«La economía no perdió actividad y ahora está en un franco proceso de expansión. Por lo tanto, en la medida en que podamos consolidar esta tendencia a lo largo del año que viene, más la reducción del gasto público, no tengan duda que uno de los impuestos que vamos a atacar son las retenciones», garantizó Milei
En ese mismo encuentro, el ministro de Economía, Luis Caputo ratificó que «queremos sacarles el pie de encima, sacar impuestos, bajar las retenciones» pero explicó que «la única razón por la que no lo podemos hacer ahora es porque tenemos que terminar de bajar la inflación y llegar a la estabilidad macroeconómica».
Reforma impositiva:¿qué lectura hicieron los analistas?
Según un informe del IARAF, Nación, provincias, y municipios suman 155 tributos en 2024. Y solo 10 impuestos concentran el 92% de la recaudación.
En ese marco, el economista Gabriel Caamaño evaluó que «pueden sacar o simplificar un montón de impuestos chiquitos que no recaudan nada, hay muchos que se pueden reducir a uno solo de alícuota equivalente, y simplificará la administración tributaria» pero consideró que «los más distorsivos no los van a sacar porque es el grueso de la recaudación».
«Hay muchos impuestos que gravan base imponible parecida pero con distinto nombre .Por ejemplo el impuesto al dióxido de carbono es un monto fijo adicional al impuesto a los combustibles podría estar directamente incorporado ese monto en el impuesto a los Combustibles. Y bajas la cantidad de impuestos pero la carga impositiva no cambia», esgrimió.
Los analistas de Facimex Valores también señalaron que «creemos que el Gobierno buscará eliminar impuestos con poco peso sobre la recaudación».
En sintonía, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, también supone que «habrá una disminución de impuestos poco relevantes en términos de recaudación que generan mucho trastorno y son poco eficientes»-
Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, concordó que «hay margen para una enorme reducción en la cantidad de impuestos, hay muchos que cuestan más controlarlos que lo que recaudan, con lo cual es un absurdo total, solo termina complicándole la vida los contribuyentes».
«Milei planteó eliminar la coparticipación federal e ir a un federalismo tributario, o sea que las provincias recauden sus propios impuestos.Terminar con este esquema de coparticipación que es absolutamente perverso y que va contra el federalismo.En ese marco es que hay margen para reducir tremendamente la cantidad de impuestos, porque muchos de los impuestos que hay para reducir son provinciales y tasas municipales, pero va a ser un proceso en el tiempo, no de un año para otro», señaló.
Por su parte, el economista Federico Glustein sostuvo que «10 impuestos concentran el 92% de la recaudación y 6 impuestos concentran el 83%, por ende, de los 160 se podrían reducir varios de ellos, la problemática es que hay tributos coparticipables y además, todo tiene que pasar por el Congreso porque son reformas tributarias».
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, también hizo hincapie en que llevar adelante la reforma impositiva «va a depender de realizar un acuerdo con las provincias para reducirlos y rearmar la coparticipación». Y acotó: «Hay que ver si se puede llegar a ese acuerdo en un año de elecciones».
¿Hay margen para bajar la presión tributaria en el corto plazo?
Sobre el anuncio de Milei en materia de reforma tributaria, el ministro de Transformación y Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger afirmó que el objetivo del Gobierno es simplificar la estructura impositiva, aunque no reducir las cargas un 90%.
Consultado sobre hay margen en 2025 para bajar la carga impositiva, Caamaño indicó: «en términos agregados por ahora la presión tributaria se viene recuperando del piso que hizo en 2023 y yendo a algo parecido de lo que era en 2019. Tuviste la suba y luego la baja del impuesto PAIS, pero tambien tuviste la contra reforma de ganancias».
En este contexto, Caamaño aseveró que «para que haya espacio para bajar presión tributaria de forma significativa sin poner en riesgo el ancla fiscal va depender mucho» de dos factores: «1) cuanto más se pueda bajar el gasto, que ya requiere reformas explícitas, ya no se licua, al contrario, ni puede ejecutarse menor obra pública y transferencias a las provincias. Y 2) que mejore de forma sostenida la actividad y empuje la recaudación del resto de los tributos».
A su vez, Menescaldi, juzgó que para poder bajar la presión impositiva «primero deberías consolidar la situación fiscal», y enfatizó que «falta para ello» aunque especuló que «quizás si debas reducir la presión fiscal al agro por el atraso cambiario».
Por su parte, un informe de la Fundación Capital remarcó que «sin un Presupuesto votado en el Congreso, pero con el férreo compromiso del equilibrio fiscal, las principales dudas pasan por cuándo se podrán bajar impuestos, cuestión clave en materia de competitividad».
En ese sentido, el análisis resaltó que «el próximo año las autoridades sostendrán el fuerte recorte del gasto de este año, sin nuevos ajustes, en un marco de ingresos tributarios que ya no estarán vigentes en 2025»
«Por el lado de los ingresos, hay varios con los que no se contará en 2025, siendo que el impuesto PAIS vence este mes (1,1% del PBI acumulado a noviembre) y que existieron recursos extraordinarios que no estarán el próximo año. Este es el caso del régimen especial de ingreso del impuesto sobre los bienes personales (0,2% acumulado a noviembre), la moratoria (0,1%) y el impuesto especial de regularización de activos (0,1%)», detalló.
«Parte de esta baja de 1,5% del PBI en los recursos, las autoridades esperan que se compense (con cierto optimismo) con la suba en aportes y contribuciones de la seguridad social (+0,4 puntos), producto de la mayor actividad económica; por impuesto a los combustibles (0,1 p.p.), en línea con la actualización del tributo; ganancias (0,1 p.p. aquellos recursos correspondientes a nación), de acuerdo con la suba aprobada en el paquete fiscal para la cuarta categoría; y derechos de exportación (+0,5 p.p.), por baja base de comparación.
Así, la Fundación Capital juzgó que aunque en 2025 el Gobierno sostendrá el fuerte recorte del 2024, finalizadas las primeras etapas del blanqueo, vencido el impuesto PAIS, y «con ingresos que se verán exigidos frente a tributos que no estarán vigentes, no parece haber demasiado margen para una reducción de la presión tributaria en el corto plazo».
«Todo indica que hacia delante será necesario un esfuerzo fiscal adicional, que contemple un equilibrio fiscal financiero sólido y permita avanzar con una baja de la presión impositiva, arrancando por los derechos de exportación», destacó
Asimismo, Glustein planteó que «hay margen para bajar la presión tributaria pero no en lo inmediato, falta recuperación económica o en su defecto, seguir bajando el gasto».
Por su parte, Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores, alegó que «si queres mantener el superávit tanto primario como financiero en el 2025, para poder eliminar tributos, los impuestos relacionados con la actividad que hoy no vienen bien, tienen que mejorar para poder compensar».
¿Se bajarán las retenciones al agro?
Sobre la promesa de bajar las retenciones a las exportaciones del sector agropecuario el próximo año, los analistas de Delphos precisaron que «la recaudación prevista en el Proyecto de Presupuesto 2025 por retenciones a las exportaciones alcanza el 1,43% del PBI mientras que la recaudación total se estimaba en 22,92% del PBI».
«Creemos que el gobierno podría resignar hasta 0,5% del PBI en ingresos por retenciones (un tercio de lo estimado) si el andar de la economía permite compensar (aunque sea parcialmente) esa reducción, con ingresos cíclicos (IVA, Ganancias, etc.)».
A su vez, la consultora EconViews que en materia de recaudación «los principales cambios en 2025 tendrán que ver con la salida del impuesto PAIS, que recauda 1.2% del PBI, y la recomposición del impuesto al combustible, que irá de 0.4 a 0.9% del PBI (el gobierno nacional se queda con la mitad)».
«Las demás fluctuaciones serán por el rebote de la economía y no por cambios en las alícuotas impositivas», afirmó.
Además, la consultora recalcó que «una de las cosas que distingue a Argentina de la región es el peso excesivo de los impuestos al comercio exterior (3% del PBI, cuando para el resto llega como mucho a 1%, incluso los proteccionistas Brasil y Uruguay).
«Para compensar la apreciación cambiaria y la caída de los precios internacionales, sería lógico empezar a bajar las retenciones al agro», auguró.
Para Repetto, «hay retenciones que se podrían ir bajando secuencialmente, sobre todo las de trigo y maíz que ya son de por sí bajas».
Consultado sobre cuánto podrían bajar las retenciones, Glustein recordó que «habían estimado al 20% inicialmente, con la proyección de cosecha es posible que se cumpla en esos términos».
A su vez, Abram estimó que «probablemente algunas retenciones las van a bajar, y quizás otras las vayan a eliminar en la medida que aumente la recaudación tributaria dado que no hay voluntad de incrementar el peso del gasto público sobre la producción argentina», pero insistió en que será un proceso «en el tiempo, no se puede dar de un día para otro».
Fuente: Iprofesional.com