«Solo 6 impuestos»: Milei se envalentona y acelera a fondo con la reforma tributaria

El Gobierno se prepara para avanzar con una reforma tributaria de amplio alcance que simplificará notablemente la estructura impositiva. 

A pesar de tener minoría en el Congreso, el gobierno de Javier Milei intentará avanzar el año próximo con una reforma tributaria que simplifique la estructura impositiva, torne más simple el pago de tributos y posibilite una fiscalización más eficiente.

Esos son algunos de los objetivos fijados para la etapa que viene, luego de que en esta Navidad quede sin efecto el impuesto PAÍS, que durante cinco años encareció las operaciones con divisas y distorsionó el mercado cambiario.

Como parte de la estrategia para avanzar en una transformación del sistema impositivo, Milei buscará negociar con los gobernadores a cambio de devolverles autonomía en la administración de tributos, algo reclamado desde distintas provincias.

Milei dijo que la reforma en análisis «les devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido» y confió en que esto derive en una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones».

Cuáles serán los ejes de la reforma impositiva que impulsa Javier Milei

Uno de los ejes de la reforma es reducir a apenas seis los impuestos nacionales, cuando en la actualidad todo el sistema impositivo tiene más de 150. Con media docena de gravámenes, será mucho más sencillo controlar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, y para las empresas habrá más claridad para calcular los costos de sus productos, confían en el gobierno.

El principal objetivo será reordenar el sistema tributario eliminando impuestos de menor incidencia en la recaudación.  Según el gobierno, el 90% de la recaudación se centra en una decena de tributos. El resto podrían ser eliminados sin afectar demasiado los ingresos fiscales. Pero algunos tributaristas no están de acuerdo, y advierten que la eliminación de gravámenes debería ser estudiada más a fondo.

Para tentar a los gobernadores con su proyecto, el gobierno estudia extender al resto de la economía los beneficios fiscales que se aplican a las empresas que ingresen al RIGI, el régimen para grandes inversiones.

El hueso más duro de roer será la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof busca diferenciarse lo más posible de la Nación con un RIGI propio, mientras atraviesa un duro enfrentamiento político con el kirchnerismo para alcanzar el liderazgo del PJ de cara a las lejanas presidenciales del 2027.

Reducción de impuestos: un escenario complejo en un año electoral

En este escenario que incluye fuertes condimentos políticos, la secuencia para reducir impuestos todavía no está definida, mientras el Gobierno entiende que solo será posible en un contexto de superávit fiscal sostenido y de una recuperación económica que impulse los ingresos tributarios. 

Es que en 2025 el equipo económico deberá compensar la pérdida de recursos asociados al impuesto PAIS, que este año habría representado más de 1% del PBI en recaudación, unos u$s 4.500 millones.

El trabajo técnico a cargo del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, un funcionario muy ponderado por el ministro de Economía, Luis Caputo, continúa avanzando. Además, el riesgo es que, al ser un año electoral, hay menor actividad legislativa en el Congreso, un clásico en la Argentina que Milei se propone revertir.

Según pudo saber iProfesional, entre los primeros tributos a revisar estarían los derechos de exportación y el impuesto al cheque. Existe una gran expectativa del sector agroindustrial para que el año próximo el gobierno cumpla la promesa realizada a las entidades ruralistas de empezar a reducir las retenciones.

Sin embargo, la fuerte caída en la cotización del precio de la soja, a niveles que rondan los u$s 300 la tonelada, abre un interrogante sobre qué margen tendrá la Casa Rosada para reducir impuestos al sector, un largo reclamo de las entidades de la Mesa de Enlace, como la Sociedad Rural.

Entre los analistas privados, coinciden con el gobierno en que la recaudación está concentrada en pocos impuestos. Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal concluyó que la recaudación efectiva de todos los niveles de gobierno de Argentina se encuentra concentrada en relativamente pocos tributos.

Los seis impuestos en los que busca apoyarse el Gobierno de Javier Milei 

Hay seis impuestos que concentran el 83 por ciento de los ingresos fiscales y los primeros diez el 92%: el IVA recauda el 7,7% del Producto Bruto; aportes a la seguridad social el 4,9%; Ganancias el 4,6%; Ingresos brutos el 4,2%; el impuesto al cheque el 2,7%; las retenciones el 0,8%, igual que el impuesto PAIS, que ya desaparece; los derechos de importación 0,7%; las tasas municipales 0,7%; los internos coparticipados 0,7%; Bienes Personales 0,5%; Sellos 0,4%; y Combustibles 0,3%; entre otros.

Con la suma de IVA, Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, Ganancias de personas humanas y de sociedades, Ingresos Brutos, débitos y créditos bancarios y Derechos de exportación, se obtiene el 83% de la recaudación tributaria.

El trabajo del IARAF señala que «si a los 6 tributos mencionados se le agregan el impuesto PAIS, los Derechos de Importación, la Tasa de Seguridad e Higiene Municipal (TISH) e impuestos internos coparticipados, se tiene que el 92% de la recaudación consolidada argentina se concentra en 10 tributos, 8 de los cuales son nacionales, uno provincial y uno municipal».

Para la Fundación Capital, el gobierno aún tiene pendiente demostrar que puede sostener a largo plazo el equilibrio fiscal financiero -después de los pagos de deuda- para poder mostrar que una menor presión impositiva no comprometerá los pagos de la deuda.

La confianza de los mercados y la promesa de Javier Milei

El convencimiento de los mercados financieros de que la Argentina cumplirá esos pagos el año próximo explicó el fuerte repunte en la cotización de los bonos y la baja del riesgo país a la zona de los 650 puntos, luego de estar en 2.500 cuando asumió Milei.

En sus últimos discursos, Milei prometió que su administración mantendrá el programa de ajuste para poder bajar impuestos y devolverle el dinero al sector privado. Además, dijo que se buscará aplicar una «radical reforma tributaria», cuyo objetivo será simplificar el sistema tributario.

«Hasta ahora ha sido un sistema innecesariamente engorroso, por lo que nuestro objetivo es que no haya más de seis impuestos nacionales, para que los argentinos puedan dedicarse mejor a lo que saben, que es trabajar y generar riqueza», dijo Milei.

La lógica a aplicar será: cuando los ingresos por impuestos suban y generen superávit, si es transitorio se ahorrará, y si es permanente, se bajarán impuestos. Por eso se está pensando en una reforma tributaria donde los impuestos nacionales no sean más que 6. 

¿Podrá el Gobierno lograr una reforma tributaria y que solo haya seis impuestos nacionales?

Lograrlo dependerá de que la economía empiece a crecer, algo que ya comenzó a ocurrir en el tercer trimestre del año, según el INDEC.  En el gobierno todo es optimismo. Milei tomó contacto con diversos economistas en las últimas semanas, los cuales estimaron que el país podría crecer al 4,5% per cápita si mantiene un círculo virtuoso y sano en las cuentas, que no presionen sobre la inflación.

Según Milei, mantener un crecimiento de la economía en ese nivel durante muchos años será clave para poder reducir la pobreza. De acuerdo con una última proyección realizada por especialistas como Martín Rozada, y técnicos del Ministerio de Capital Humano, el índice de pobreza cayó al 39% en el tercer trimestre del año, y bajaría aún más cuando termine este 2024, de la mano de una inflación contenida. El último dato relevado por el INDEC también arrojó una mejora de los niveles salariales por encima del costo de vida, que también contribuye a reducir los niveles de pobreza e indigencia.

La otra novedad que podría producirse en materia tributaria, aunque a más largo plazo, es que los contribuyentes puedan empezar a pagar sus obligaciones en dólares. Forma parte de lo que el gobierno llama «dolarización endógena», donde empieza a haber más dólares que pesos, sin llegar a ser una dolarización. 

Para Milei, no existe la categoría de contribuyentes. Los llama «pagadores de impuestos». El Presidente insiste en que cumplirá su compromiso de no subir ni crear impuestos, y trabajar en lo posible para eliminar impuestos.  Y sostiene que ya su administración aplicó una fuerte baja de impuestos al haber eliminado el señoreaje, la emisión monetaria para financiar al fisco. 

«Plan platita» mediante, el gobierno anterior había emitido moneda por el equivalente a 13 puntos del Producto Bruto. Según Milei, en su primer año de gestión le devolvió a los argentinos el equivalente de 15 puntos del PBI.

Si bien no brindó grandes detalles sobre el tema, en la cabeza de Milei también está la posibilidad de reducir el IVA. En la década del 90, este impuesto al valor agregado era del 13%, luego fue subido al 18% y finalmente terminó en el 21%, un nivel altísimo, de la mano del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo.

Otro gravamen en la mira es el impuesto a los débitos y créditos bancarios, una pesadilla para las pymes que encarece todos sus costos. Fue un impuesto creado por Cavallo hace 26 años, que supuestamente iba a ser de emergencia, y que luego ninguna administración eliminó, por lo fácil que es de recaudar. Milei asegura que la última etapa de este proceso de transformación impositiva incluirá pagar los gravámenes. 

«El día que habilitemos que paguen los impuestos en dólares, el edificio del Banco Central se va a convertir en un museo», augura Milei. Como se ve, optimismo y confianza es lo que sobra en esta etapa del gobierno libertario. 

Fuente: Iprofesional.com

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