El Gobierno analiza el mecanismo para reducir el impuesto a los débitos y créditos bancarios, como hizo con derechos de exportación para los granos.
El Gobierno prometió eliminar el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, conocido como impuesto al cheque, antes de diciembre de 2027, cuando termina su vigencia, y trascendió que en el corto plazo analiza que se tome en un 100% como pago a cuenta de Impuesto a las Ganancias, para reducir su peso en el bolsillo del contribuyente.
Qué se analiza sobre el impuesto al cheque
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno apuntó contra el impuesto al cheque cuando excribió en X: «Esperamos sacarlo antes», ante la consulta del Blog del Contador sobre si también iban a dejar «caer» el impuesto a los Créditos y Débitos que vence el 31 de diciembre de 2027.
Pero, antes se produjo la baja de las retenciones -los impuestos al comercio exterior son el cuarto aporte a la recaudación nacional-, y para los expertos se ve difícil la eliminación total del impuesto al cheque, habiendo cumplido el Gobierno con la baja del impuesto PAIS.
La cronología que dejaba entrever el Gobierno incluía primero una baja del impuesto al cheque y luego de los derechos de exportación, pero esto se invirtió, indica Mariano Echegaray, del Estudio Echegaray Ferrer.
Según pudo saberse, lo que están trabajando es en que se reduzca o que no se derogue, pero se genere mayor pago a cuenta, para que sea un canal para ir recaudando de a poco el Impuesto a las Ganancias en relación con los anticipos, explica Alberto Mastandrea, socio de BDO Argentina.
Cómo es el mecanismo de pago a cuenta
El sacrificio fiscal que implica eliminar este impuesto puede ser significativo, reconoce Leonel Zanotto, del estudo Tavarone, Rovelli, Salim & Miani, pero agrega que es cierto que el impuesto ya ha sido ahuecado, utilizándose como pago a cuenta de Impuesto a las Ganancias.
El 100% del impuesto al cheque ya es pago a cuenta de Ganancias para las micro y pequeñas empresas, así como para las grandes empresas adheridas al RIGI. Las empresas industriales categorizadas como Mediana tramo 1, lo toman al 60%, y el resto de los contribuyentes lo pueden tomar en un 33%, precisa.
Sería conveniente que este porcentaje y beneficio de pago a cuenta del 100% contra Impuesto a las Ganancias se amplíe para todos los contribuyentes en el corto plazo, hasta tanto se defina la derogación del impuesto al cheque.
Es posible que se pueda tomar el impuesto al cheque como pago a cuenta de Ganancias, como pasó en el gobierno de Mauricio Macri con el Consenso Fiscal. Las provincias se comprometían a que Ingresos Brutos pasara a la etapa minorista para evitar distorsiones y la Nación a bajar el impuesto al cheque de manera indirecta, es decir, permitiendo que aumente el pago a cuenta, señala Diego Fraga, del grupo Expansion.
Qué pasa con la recaudación y el equilibrio fiscal
En todo el año 2024, el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios recaudó $9.417.135 millones, con un incremento interanual de 199,3%, que superó fuertemente la inflación acumulada, que fue de 117,8%. En términos relativos, fue el quinto impuesto de la recaudación nacional, con una participación del 7,2%.
El IVA fue el primer impuesto recaudado, con 32,8%; luego viene seguridad social, con 21,8%; seguido por Impuesto a las Ganancias, con 19,8, y comercio exterior, con 7,5%.
El costo fiscal de la baja de retenciones será de unos u$s800 millones, que equivale a 0,13% del PBI. Esto representaría poco menos de la mitad del superávit financiero que registró el sector público nacional en 2024 (0,3% del PBI).
¿La baja de retenciones afecta al impuesto al cheque?
La recaudación de las retenciones estimaba una clara mejoría, ya que se pasaba de u$s5.400 millones en 2024 a más de u$s8.000 millones para 2025. Pero la baja de estos derechos de exportación no es lineal contra caída de recaudación, ya que implica la mejora de otros impuestos coparticipables como el IVA, considera Echegaray
Si la baja de las retenciones al agro se mantiene más allá de junio, seguramente el Gobierno cumplirá lo prometido respecto del impuesto al cheque, remarca.
Habrá que ver si se encuentra espacio fiscal para una reducción. El Gobierno dijo que, junto a los derechos de exportación, son los dos gravámenes nacionales a los que hay que eliminar por sus efectos distorsivos, pero siempre que el equilibrio fiscal no se vea comprometido. Hay que esperar a que la actividad económica permita encarar estas reformas cuanto antes, afirma Andrés Edelstein, socio en Edelstein, Mariscal, Torassa y Asoc.
En el proyecto de presupuesto 2025, el oficialismo estima que un repunte del PBI del 5% tras una caída de 3,8% durante 2024, y el FMI realiza la misma estimación.
El Ministerio de Economía informó que trabaja en una reforma tributaria y aclaró que pretende disminuir la cantidad de impuestos pero no la «recaudación». Si bien se plantea la necesidad de simplificación del sistema tributario argentino, es difícil pensar en la derogación total del impuesto en el corto plazo, considerando su incidencia significativa en la recaudación, opina Gabriela Russo, presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas porteño.
Cómo afecta el pago a cuenta a las provincias
El Gobierno nacional, a partir de no haber aprobado el Presupuesto 2025 tiene un manejo muy importante sobre los recursos tributarios, y eso le da una herramienta muy poderosa para limitar aún más las transferencias discrecionales a las provincias, enfatiza Guillermo Pérez, del Grupo GNP.
Por otra parte, el Impuesto a los Débitos y Créditos en su gran mayoría es no coparticipable, alerta.
De todos modos, este impuesto se ubicó en el quinto lugar en cuanto a su contribución a la recaudación total, y ello significa que el Gobierno nacional debería bajar mucho el gasto para compensar la pérdida, al tiempo que las provincias también deberían realizar el esfuerzo, dado que se trata de un impuesto coparticipable, advierte Félix Rolando, socio de Andersen Argentina.
No es de descartar que el Gobierno dé este año otro golpe de efecto y que tenga la capacidad para reducir o eliminar el impuesto al cheque, como lo hizo ahora reduciendo las retenciones, expresa Pérez.
En el formato actual del impuesto al cheque, como país se busca bancarizar y, al mismo tiempo, aplican una multa para las personas que tienen todo bancarizado, sostiene Guillermo Poch, socio de Auren, y agrega que puede ocurrir que una persona tiene pérdidas y financia al Estado.
El impuesto al cheque es un taximetrero; el fisco no hace nada y recibe ingresos diarios. Es muy fácil de cobrar porque las entidades financieras y billeteras hacen todo, no hay ningún esfuerzo para su control, enfatiza.
El Gobierno analiza un mecanismo intermedio para terminar progresivamente con el Impuesto sobre los Débitos y Créditos Bancarios, mediante un mecanismo de pago a cuenta contra el Impuesto a las Ganancias.
Fuente: Iprofesional.com