La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca eliminó una norma de 2007 que establecía el peso mínimo de faena para bovinos
La medida regirá desde enero de 2026 y busca desregular el mercado, eliminando trabas a la producción.
Fue a través de la Resolución 98/2025, publicada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca
El Gobierno derogó la normativa que establecía los pesos mínimos obligatorios para la faena de bovinos.
A través de la Resolución 98/2025, publicada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, se elimina un régimen vigente desde 2007 que fijaba umbrales mínimos de peso para novillitos y vaquillonas.
La medida, que entrará en vigencia el 1° de enero de 2026, responde a la intención del Ejecutivo de avanzar hacia un esquema de mayor desregulación económica y libertad de mercado.
En concreto, se dejan sin efecto la Resolución N° 68/2007 y su complementaria N° 547/2008, que regulaban los mínimos de faena y los procedimientos sancionatorios asociados.
La Resolución 68/2007, dictada durante el gobierno de Néstor Kirchner, estableció por primera vez un peso mínimo de faena con el objetivo de evitar la faena precoz de animales livianos, mejorar el rinde carnicero y garantizar estándares mínimos de calidad en el consumo interno. Originalmente se fijaron mínimos de 280 kilos de peso vivo para novillitos y vaquillonas, aunque se admitían algunas excepciones y se preveía una implementación gradual.
A medida que el mercado se fue adaptando, esos valores fueron modificándose hasta quedar establecidos en 322 kilos de peso vivo mínimo, equivalentes a 165 kilos de res con hueso al gancho.
La Resolución 547/2008 reforzó el marco normativo al establecer un procedimiento de fiscalización y sanción. Determinaba que los frigoríficos debían remitir semanalmente los registros de faena al sistema informático del entonces Ministerio de Agricultura y preveía penalidades —incluyendo multas y suspensión de la habilitación comercial— para aquellos operadores que faenaran animales por debajo del peso permitido.
Ambas normas formaban parte de una estrategia de intervención sobre la cadena de ganados y carnes, con el objetivo de controlar precios internos y aumentar el peso medio de faena, en un contexto de fuerte crecimiento del consumo doméstico.
Según se detalla en los considerandos de la resolución actual, esa normativa respondía a “una lógica de creciente intervención estatal en decisiones propias del ámbito privado” y generaba “incertidumbre normativa” que dificultaba la planificación del ciclo productivo.
“La regulación del peso mínimo de faena ya no resulta necesaria. Los productores cuentan hoy con los conocimientos técnicos, la experiencia y las herramientas de gestión adecuadas para determinar el momento óptimo de faena según sus propios objetivos productivos y comerciales”, sostiene la resolución firmada por el secretario Sergio Iraeta.
Si bien la norma rige desde enero de 2026, se establece un período de transición para que los distintos actores del sector —productores, frigoríficos y comercializadores— puedan adecuar sus procesos y planificar sus estrategias bajo el nuevo marco.
A su vez, los procedimientos sancionatorios iniciados con anterioridad a esa fecha seguirán su curso conforme a la legislación vigente en el momento en que se cometieron los hechos.
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/327023/20250617