Según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), entre enero y agosto último las empresas del sector ingresaron US$14.703.010.764; la merma, que se dio por la sequía, complica al Gobierno.
La liquidación de divisas de la agroexportación sigue en caída debido al impacto de la última sequía que, entre trigo, maíz y soja, hizo perder más de 50 millones de toneladas de la cosecha. Según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), en los primeros ocho meses de 2023 el ingreso que realizó el sector se ubicó en US$14.703.010.764, una merma del 54% versus igual período de 2022.
El año pasado, que marcó un récord con U$40.438.170.941, para esta altura iba en US$25.696.907.401 la entrada de dólares por las ventas al exterior. El magro resultado en el ingreso de dólares complica al Gobierno, necesitado de divisas para cumplir distintos compromisos, como las importaciones que requiere el mismo sector agropecuario, entre otras actividades.
Finalizado agosto, la entidad realizó un reporte sobre lo ocurrido justamente ese mes. “Durante el último mes de agosto las empresas del sector liquidaron la suma de U$S1746 millones de dólares; representando una baja de 48% en relación al mismo mes de agosto del año 2022 y un 9% menor al mes de julio de 2023″, apuntó.
Ciara-CEC luego añadió: “El ingreso de divisas del mes de agosto es el resultado de la magra cosecha gruesa, fuertemente impactada por la sequía”.
Vale recordar que el 24 de julio último se puso en marcha un dólar maíz a $340 que en 15 días le permitió al Gobierno que las cerealeras trajeran al país US$2127 millones. Eso fue en el marco de la cuarta edición del Programa de Incremento Exportador (PIE). Los $340 del dólar maíz quedaron rápidamente desactualizados tras las devaluación posPASO que llevó el cambio oficial a $350. Si bien ese monto se computó para la liquidación de divisas una parte los últimos días de julio y luego otra fracción agosto, en general ayudaron a que el resultado de la liquidación de divisas no fuera todavía más bajo.
En su informe, la cámara de los exportadores de granos y subproductos destacó la importancia que tiene la actividad justamente para el ingreso de divisas en una situación normal de producción. “El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del Indec. El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el Indec, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%)”, indicó.
Los US$14.703.010.764 de los primeros ocho meses del año representan para esta época el nivel más bajo desde 2020. En efecto, ese año iban entre enero y agosto US$13.346.319.131.
Lo que viene
Por la dinámica de la cosecha, la primera parte del año siempre suele ser la que más aporta divisas, mientras que en la segunda mitad se va diluyendo porque queda menos mercadería para comercializar. Esto este año se vio potenciado por la sequía, que como se mencionó provocó un derrumbe de más de 50 millones de toneladas entre trigo, maíz y soja.
El año pasado, en septiembre, con el dólar soja I el Gobierno consiguió que se comercializaran 13 millones de toneladas de soja. Luego 5,3 millones de toneladas con el dólar soja II de diciembre. En tanto, los productores vendieron 8,3 millones de toneladas con el dólar soja III vigente entre abril y mayo último. En términos de divisas, llegaron US$7580 millones con el dólar soja I, US$3036 millones con la segunda edición y US$5623 millones con el dólar soja III, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Hoy, según diversas estimaciones, los productores tienen en su poder entre 8 y 10 millones de toneladas sin comercializar de la última campaña. Se trata del equivalente a unos US$4800 millones en valores de exportación. El domingo pasado, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un 25% de disponibilidad de divisa en el marco del Programa de Incremento Exportador para que las empresas exportadoras puedan comprar soja y mantener activas plantas de procesamiento que, según la BCR, al final de la campaña podría mostrar una alarmante capacidad ociosa cercana al 70%.
Pese al anuncio de Massa, todavía no se conoció la reglamentación formal. En rigor, la medida quedó enfrascada en negociaciones con exportadores que resisten, entre otros puntos, hacer un adelanto de retenciones en un contexto donde no se descarta que el próximo gobierno baje las retenciones y eso los deje descalzados en su posición. El esquema del Gobierno es que un 75% de la liquidación se realice al tipo de cambio oficial y el restante 25% al Contado Con Liquidación (CCL).
Fuente: Lanacion.com