Son tributos clave para el funcionamiento del Estado. Juntos por el Cambio lo sabe, pero está difícil un acuerdo con el Frente de Todos.
La prórroga de siete impuestos que el oficialismo espera aprobar la semana próxima en la Cámara de Diputados quedó pendiente de una difícil negociación que podría durar hasta el mismo día de la sesión, debido a que una parte de esa propuesta requiere de una mayoría especial a la que el Frente de Todos no llegaría fácilmente y en Juntos por el Cambio hay dudas.
El principal inconveniente es común para ambos espacios políticos es que la prórroga de esos impuestos es necesaria para evitar una paralización del funcionamiento del Estado. Y es que en caso de no aprobarse la prórroga se perdería alrededor de un 32% de la recaudación, de acuerdo al informe que brindaron los funcionarios del Ministerio de Economía en Diputados.
Se trata de los impuestos a las Ganancias; Bienes Personales; sobre los créditos y débitos bancarios (más conocido como impuesto al cheque); el gravamen sobre el precio final de venta de cigarrillos; los impuestos del régimen de monotributo; impuesto sobre los pasajes al exterior y el de Capital de Cooperativas, además de las asignaciones específicas del IVA.
Todos estos tributos y asignaciones específicas vencen a fin de este año y para evitar ese desfinanciamiento masivo del Estado el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo propone prorrogarlos hasta el 31 de diciembre de 2027.
El problema que enfrenta el oficialismo por estas horas es que la prórroga de los impuestos se puede aprobar con mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los presentes en la sesión, pero para prorrogar las asignaciones específicas es necesaria una mayoría especial de 129 votos, a la cual el oficialismo todavía no tiene garantizado llegar y en la oposición lo saben.
Prórroga de impuestos: riesgo compartido y negociación difícil
El riesgo de caer en un desfinanciamiento estatal sin precedentes no es subestimado por la bancada de Juntos por el Cambio. A ese espacio político podría tocarle gobernar el país a partir de diciembre de 2023 y necesitará, como cualquier gestión, la recaudación para sostener al menos las funciones básicas del Estado.
En ese contexto, los diputados no se oponen a la prórroga en sí misma, aunque sí rechazan que se trata el tema en un paquete con todos los tributos juntos. El reclamo que llevaron a la Comisión de Presupuesto fue separar algunos de ellos, principalmente el de Bienes Personales.
Sin acuerdo, el oficialismo hizo uso de su mayoría en la comisión y firmó el dictamen para el proyecto del Ejecutivo, mientras que la oposición presentó un dictamen de minoría que propone rebaja en Bienes Personales y en el impuesto al Cheque.
Un diputado de la principal bancada opositora deslizó a iProfesional que “hasta ahora no hubo acuerdo” y, al ser consultado sobre si el Frente de Todos podría aprobar el proyecto del Gobierno sin ayuda opositora señaló: “La prórroga de impuestos sí, llegaría, pero con las asignaciones específicas no se sabe, porque precisa 129”.
Esa condición podría complicar al Frente de Todos, que cuenta con apenas 118 votos propios si tiene asistencia perfecta, pero necesitaría que lo acompañen todos los bloques provinciales “independientes” para alcanzar los 129, de lo contrario Juntos por el Cambio sería clave para que no se caiga el proyecto.
La discusión entre oficialismo y oposición
“Nosotros filosóficamente estamos de acuerdo en que los impuestos tradicionales que han financiado al Estado deben prorrogarse: Ganancias, IVA y algunos impuestos internos que tienen que ver con la salud”, indicó durante el debate de la Comisión de Presupuesto el vicepresidente del cuerpo, Luciano Laspina, una de las voces más escuchadas del PRO en materia económica.
Sin embargo, al mismo tiempo el diputado aclaró que la oposición “no” puede “avalar con una prórroga lisa y llana la contrarreforma tributaria que se ha hecho en estos últimos dos años”.
Laspina subrayó que “ha aumentado el impuesto al trabajo, congelando el mínimo no imponible de contribuciones patronales” y también “ha subido salvajemente el impuesto a los Bienes Personales”, al tiempo que advirtió que “en estos años ha habido una inflación impositiva”.
En tanto, el jefe del bloque Frente de Todos, Germán Martínez, confirmó la intención de aprobar el proyecto la semana próxima y lo defendió al señalar que lo que se propone es “una prórroga totalmente prudente en el tiempo” y agregó: “Hay que buscarle mucho el pelo al huevo para estar en contra de este proyecto”.
En ese contexto, la oposición llevará su propio dictamen. Durante la sesión -que se realizaría el próximo miércoles- se someterá a votación primero el dictamen de mayoría y en caso de ser rechazado, se pasará al de minoría. Acercar posturas entre ambas iniciativas para evitar que se trabe todo el asunto no está descartado, aunque sí difícil por el momento.
El debate por la presión tributaria: la propuesta de Juntos por el Cambio
En su dictamen, Juntos por el Cambio propone una rebaja de Bienes Personales y retoques en otros tributos, en línea con su decisión de bajar la carga impositiva pero también en equilibrio con la necesidad de tener responsabilidad ante el riesgo de un desfinanciamiento del Estado que podría pasarle factura en el futuro.
La alternativa que propone la oposición a grandes rasgos es reducir Bienes Personales al nivel de alícuotas de 2019 y, en lo referido al impuesto al cheque (que según Laspina, autor del dictamen de minoría, tiene un “sesgo anti exportador”) aplicar “un piso de 60% como pago a cuenta de Ganancias”.
Durante el debate de comisión, la subsecretaria de Ingresos Públicos del Ministerio de Economía, Claudia Balestrini, advirtió que si no se aprobara la prórroga de los impuestos habría “una pérdida de alrededor de un 32% de la recaudación”, número que llegaría al 39% si se cayera también el artículo referido a las asignaciones específicas.
Además, ante las críticas de Juntos por el Cambio por la presión tributaria, sobre las cuales se funda su dictamen alternativo, la funcionaria brindó detalles respecto de esta materia.
Según los datos que brindó la subsecretaria de Ingresos Públicos a la comisión, la presión tributaria del impuesto a las Ganancias en 2021 rondó el 5,07% y en 2022 en el orden del 5,41. “De eso para las provincias tiene una atribución directa del 63,12%”, agregó la funcionaria.
En tanto, indicó que el IVA tiene “una presión tributaria de 6,87 neto de reintegro con relación a 2021, y 7,07 para 2022”, del cual “el 51.35% va directamente a las provincias”, mientras que resaltó que el impuesto al cheque en 2021 tuvo una recaudación de $750.414 millones que representan un 1,52% del PBI de ese año.
Fuente: Iprofesional.com