En el número anterior de Horizonte, y sobre el “dólar soja” establecido por la Comunicación 7556 del 26/7 ppdo. del BCRA decíamos que:
“La medida si bien es un paliativo, suena con “sabor a poco” y resultado de una premura ante la falta total de divisas en el BCRA, adicionalmente resulta controversial que no alcance a las ventas de los productores de maíz y girasol que sufren idénticas consecuencias de la aplicación de retenciones y tipos de cambio diferencial de una magnitud inédita. Como asimismo otras actividades destinadas al mercado externo y que también padecen problemas similares, con lo cual se hace añicos aquellos de que todos “somos iguales ante la ley”.
Esta desigualdad alcanza obviamente a los mismos productores que vendan a operadores en el mercado interno: industria de balanceado, industria avícola o criaderos de animales, feed lots etc.), lo cual es una inequidad para el sector comprador que deberá pagar mas precio por el productor o verá mermada la oferta de la materia prima necesaria para su producción.-
En conclusión estamos ante una medida originada en una crítica situación externa, producto de la urgencia y con pocas probabilidades de éxito.
“Espero nos equivoquemos en la presunción.-“
Efectivamente la medida fracaso y el volumen operado fue escaso, lo cual llevo con el cambio del Ministro de Económica y mediante el dictado del Decreto del PEN N° 576 de necesidad y urgencia, a crear el “Programa de Incremento exportador”, que incluye a la soja y a sus subproductos.
Según el artículo 1° del decreto, el programa se crea “de manera extraordinaria y transitoria” para quienes hayan realizado exportaciones en los últimos 18 meses. La adhesión al sistema es voluntaria y se hace vía el “Sistema Registral” disponible en la AFIP.
El “dólar soja” busca repuntar las peligrosamente bajas reservas del Banco Central, lo cual es un problema acuciante para la segunda economía de Sudamérica es su grave falta de dólares.
La demanda de dólares estadounidenses es altísima, los necesita la industria para comprar insumos para producir y los ciudadanos para poder adquirir propiedades o para resguardar sus ahorros de la inflación, entre otros. Sin ellos el país padece una “restricción externa”.
¿Qué es el ahora nuevo “dólar soja”?
Se trata de una cotización especial que recibirán quienes exportan el poroto de soja, que es la principal fuente de divisas de Argentina.
Por que una cotización especial y solo para un sector?: porque hoy, cuando exportan su producto en el mercado internacional, reciben dólares que están obligados a intercambiar por pesos a la tasa oficial de la moneda estadounidense, el llamado dólar oficial.
La brecha aproximada entre este tipo de cambio oficial ($ 150) y el valor del dólar financiero (MEP y/o CCL) de $ 280, genera que sumado a los derechos de exportación (DEX) el productor recibe solo un tercero del valor internacional de la soja.
Esta situación de parálisis de ventas de la producción y la “restricción externa” del gobierno, ha llevado a este a estimular la oferta otorgando en una ventana comprendida entre el 5 y 30/9 respectivamente un valor por cada dólar exportado de soja de $200.-
El Decreto establece en su artículo 5° que el Banco Central (BCRA) establecerá los mecanismos para que el contravalor de los productos de soja “incluidos los supuestos de prefinanciación y/o postfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, por los sujetos que adhieran al Programa y que cumplan con los requisitos establecidos en el presente decreto, se perfeccione a pesos doscientos ($ 200) por dólar estadounidense”.
“Los sujetos que adhieran al presente Programa, y que les resulte efectivamente aplicable, deberán efectuar la registración de la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) y liquidar las divisas referidas en el artículo 5º en los términos y condiciones que establezca la normativa complementaria, no pudiendo superar dicho plazo el 30 de septiembre de 2022, incluidos los supuestos de prefinanciación y/o post-financiación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación”, ¿Qué ha ocurrido desde la aplicación del tipo de cambio transitorio? Los productores han negociado un volumen enorme de toneladas de soja, llevando por ejemplo a que el primer día de comercialización se haya transado un volumen de negocios que resulta el más alto desde marzo de 2017, siendo además un éxito teniendo en cuenta que el mercado de Chicago no operó 5/9 ppdo. por ser feriado en los Estados Unidos, compartimiento que se ha seguido hasta la fecha.
¿Cuál es la contracara de esta medida? La diferencia entre el tipo de cambio especial y el dólar oficial es aportada por el Tesoro, pero es el Banco Central quien realiza el fondeo, mediante una letra intransferible a 10 años de plazo, lo cual significa mas emisión, la que en algún momento presionara sobre la brecha y el nivel inflacionario, siendo este un verdadero depredador de la economía argentina. Dicho en términos coloquiales la factura será finalmente abonada por alguien, nada es gratis.-
Según especialistas a su vez traccionará el precio del trigo y del maíz, como un aumento considerable de los pasivos monetarios del Banco Central, justamente por la emisión de las letras intransferibles.
El costo que debe soportar la sociedad, en la cual los pagadores no son los beneficiados por esta medida apresurada y producto de la urgencia es totalmente inequitativa, y probablemente el grueso de la sociedad no distinga este pasivo que tarde o temprano deberá honrar sin haber participado de la fiesta.
Al momento de cerrar este nota, conocemos la Comunicación A 7609 y su modificatoria A 7610, mediante la cual el Organismo impide desde el 20 de setiembre a los operadores empresas (se excluye a las personas humanas) acceder al mercado libre de cambio (MEP/CCL) si han enajenado soja al tipo de cambio especial analizado.
En nuestra opinión es un nuevo tiro de gracia a la confianza, esta encerrona tiene olor a emboscada, dado que se ha vendido un volumen muy importante a la fecha, el cual esta en proceso de entrega-facturación-cobro, y si los productores tenían la expectativa de obtener una cobertura mediante el dólar libre hoy serán poseedor de una enorme cantidad de pesos sin tener otra alternativa que mantenerlo en dicha moneda enfrentando el riesgo devaluatorio, la inflación y la confianza al Estado que le ha cambiado las reglas a 15 días de implementación del “nuevo dólar soja”. Es difícil discernir si es obra de la impericia o la mala fe, pero cualquiera sea la opción generan un daño a la economía y a la certeza enorme.
No siempre los errores son subsanados por quienes los generan, pero si sufridos por quienes los soportan sin haberlos producido. Una más…
CPN Héctor Tristán
Consultor tributario